Martes 19 de Noviembre de 1957

Cada vez entiendo menos sobre poesía. ¿Será que no la sien­to? Si debiera elegir un solo poeta para leerlo en una isla desier­ta, ¿cuál elegiría? Los pocos poemas de Hölderlin que conozco, tal vez... pero aun Hölderlin, ciertos días no me da nada, me parece muy viejo, muy de otro siglo.

Comenzado a leer Sombras del paraíso de Aleixandre. Des­pués de la primera hoja lo abandoné. ¿Qué tiene Aleixandre que me hastía tanto? Tal vez su mundo espiritual no merece poemas tan cargados de imágenes densas y de momentos her­méticos. Creo que sus saltos interiores, sus giros subjetivos, son simples; y quieren, no obstante, concretarse en un universo sofocante y difícil. Sea como fuere, no me impresiona como un poeta auténtico...

No oculto que me gustaría tener un maestro literario. Pero mi situación de huérfana no es deplorable: hay libertad, mi única libertad, por el momento.

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