Una muchacha mordida y un aullido que quiere trascenderse y ser lo más universal posible
Lunes Diciembre de 1957
La noche insiste en ser un silencio. Yo golpeo a las puertas de la noche.
Nada de autocompasión. Es menester volver al silencio, no al silencio redondo, compacto, sino al silencio relativo.
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