8 de Diciembre de 1958

Según O. yo exijo de los otros más de lo que pueden darme. Es así como sufro en mi relación con Olga puesto que —según D.— yo aspiraría, inconscientemente, a ser el centro de su vida. Es decir, yo busco —continuó diciendo— una relación filial. Y además, confundo la amistad con el amor. Estas observaciones son importantísimas: la mayor parte de mis sufrimientos derivan de que jamás fui insustituible para nadie.
Pero ahora que lo sé, ¿sufriré menos o continuaré en mi situación infantil? Sería siniestro donar mi vida a dos dioses inútiles: el Padre y la Madre. Y más ahora, que estoy acercándome a la edad adulta. Con suma facilidad dije:
—Sí. Yo no puedo amar. (Y confieso no sufrir excesivamente por ello.) Que me sea posible superar estos conflictos antiguos. Que me sea posible dedicar mis obsesiones al arte. Y mis fantasías. Y mis ideas.
Palabras. Palabras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario