29 de Julio de 1958

Vuelvo a escribir. Horrible confusión. Todo da vueltas. Me he propuesto finalizar este año habiendo logrado tres cosas: un libro publicado; un empleo y haber rendido las materias de segundo año en la facultad. Esto en cuanto a cosas externas. Pero las espero las espero como si faltaran siglos y no hay más que unos pocos meses.

SUEÑOS
Ella corre por un corredor interminable. Los cuchillos la persiguen. Risas viejas retumban en sus oídos.
Un escenario. Se abre el telón y baja un falo como la columna de una catedral. En lo alto se divisan los testículos. Ella aparece bailando, vestida como una plañidera medieval española, y se abraza al falo. Los testículos se abren como la boca de una grúa y dejan caer cabezas de indios, de rabinos, de mongoles, de pequeños dioses. Ella se abraza más fuerte, hasta que el falo se sacude y lanza una serpiente que la enrosca.

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