Una muchacha mordida y un aullido que quiere trascenderse y ser lo más universal posible
18 de Junio de 1959
He abandonado todos los estudios. Trabajo. No me gusta trabajar. No quiero nada. Quiero morir. He aquí, etc. etc. «Estás enamorada de la muerte», dijo Roberto. Yo me ruboricé.
Siempre. Siempre. Bella palabra.
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