25 de Mayo de 1961

He soñado que volvía a Buenos Aires, que quería volver, pero al llegar a Montevideo regresaba, arrepentida. Descubro que no existe adonde ir y que la disyuntiva París-Buenos Aires no existe. Yo me impongo problemas, yo me acuso de actuar sin lucidez, cuando en verdad ningún problema me alcanza, nin¬guna acción es cometida con mi consentimiento debido a que soy una enemiga de la acción, y todo lo que hago por mí es absurdo: yo no me agradezco lo que me regalo, yo estoy muy lejos, del otro lado, y en verdad nada me importa sino este miedo de no comprenderlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario