Domingo 29 de Noviembre de 1959

He leído unas piezas de teatro Noh moderno, de Yukio Mishima. Verdadera poesía. Así tiene que ser el teatro. Atmósfera semejante a los films de Bergman, en cuanto a su conténido conceptual. En ambos, la demostración de la futilidad, del absurdo de la existencia humana, encarna en imágenes oníricas y en conceptos breves, terribles, bíblicos. Siempre me ha sorprendido y maravillado que se pueda realizar obras bellas partiendo de la imposibilidad de la felicidad o del absurdo de la existencia

No hay comentarios:

Publicar un comentario