18 de Enero de 1961

Mis fantasmas desaparecidos, callado el diálogo con las sombras, ya no importa querer ser otra.
Alguien que enloquece cuando se despuebla su soledad. Lo que hacía antes: hablar con criaturas imaginarias, desconocer absolutamente su situación real, alguien que vivía en una enajenación atroz, que no se daba cuenta de nada, ese alguien enloquece cuando calla el coro de sombras animadas, cuando ninguna voz le habla desde su propia inconsciencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario