Diarios de Alejandra
Una muchacha mordida y un aullido que quiere trascenderse y ser lo más universal posible
11 de Diciembre de 1961
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Aprender a tocar los objetos, acariciarlos como quien conoce largamente sus misterios.
1 comentario:
7 de Diciembre de 1961
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Otra mañana perdida en dar tributo a la infancia que no tuve. Obligarme a amar sombras como si al no haber sombras se cortara inexplicableme...
5 de Diciembre de 1961
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Escribir sobre los habitúes del restaurant de santé Guen-Ma'i . Sobre esa vieja que seguramente adoptó el regime Oshawa para dejar de se...
23 de Noviembre de 1961
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Ya no importa tanto que J. se case con otra: un cuento de Henry James y una carta de Lewis Carroll me han consolado.
16 de Noviembre de 1961
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Recién iba por la rué du Bac . Cuando pasó el ómnibus 68 me dije: Tal vez G. viaja en él. Entonces puse cara de poeta muy espiritual que se...
9 de Octubre de 1961
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En verdad, no hay de qué hablar. Yo hablo como un nene cepillándose los dientes: sin convicción. Puedo hablar de todo con todos. Puedo habl...
Capri, Septiembre de 1961
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Tuve miedo y me fui y nunca más creer en el juego de las miradas, nunca más creer en las promesas de los ojos, nunca más creer posible la i...
22 de Agosto de 1961
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A veces soy tan exactamente genial —le dije— que tengo ganas de enterrarme y llorarme tres días. Desaparición de G. Estoy sin amores fanta...
31 de Julio de 1961
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La ausencia, el sin amor, la certeza —su descubrimiento— de que sin amor me ahogo y siempre me ahogué. Pero la ausencia viva, el cuerpo de l...
28 de Mayo de 1961
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He visto en una zanja un dibujo infantil firmado QUI suis-JE? He tratado de leer los rostros en la ínfima porción de ciudad que recorrí es...
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